Voluntad política para un cambio en la gestión de la migración y el asilo

En el observatorio “Sense Tòpics” 2022 del proyecto Alça la Veu contra el racisme i la xenofòbia de CEAR PV, hemos querido analizar el tratamiento mediático del conflicto de Ucrania y de la acogida de refugiadas. Para llevarlo a cabo hemos vuelto a contar con la inestimable colaboración de la Unió de Periodistes Valencians como entidad especializada y con la periodista Laura Escartí que lo ha redactado y maquetado.

La aplicación de la Directiva europea 2001/55/CE del Consejo, de 20 de julio de 2001, relativa a las normas mínimas para la concesión de protección temporal en caso de afluencia masiva de personas desplazadas y medidas de fomento equitativo entre los Estados miembros para acoger a estas personas, ha supuesto un cambio radical en cuanto a la protección y acogida de personas de Ucrania. El Consejo de Ministros la aplicó de forma inmediata y mejorada por primera vez en la historia, de forma que a finales de año 2022 más de 150.000 personas ucranianas han podido solicitar y se les ha concedido la protección temporal en 24 horas, a través de las diferentes comisarías de policía habilitadas y de los cuatro grandes centros especiales de Recepción, Atención y Derivación (CREADE). No ha pasado lo mismo para el resto de personas en busca de refugio de otras nacionalidades que han llegado al estado español, que continúan soportando un sistema de asilo que dificulta enormemente el acceso al procedimiento de protección y por tanto también al de acogida. Mucho peor es el caso de personas a las cuales las políticas de externalización de fronteras impiden la llegada en países europeos, que continúan sin aprobar ni aplicar las vías legales y seguras que podrían paliar el sufrimiento de estas personas.

Desde CEAR, al poco de aplicarse, advertíamos que hay dos formas de gestionar las políticas migratorias de asilo, una que provoca muertos, causa sufrimiento y hace aumentar que los traficantes de personas se enriquezcan, y otra que hemos comprobado que es más humana y eficaz, que gestiona las llegadas, la acogida y la protección de una manera más ágil, positiva y eficiente, que no criminaliza a las personas refugiadas, que bastante tienen con la fuga forzada y que lo dejan todo detrás. La gestión que ha hecho la Unión Europea de la crisis de Ucrania en materia de acogida y protección demuestra la necesidad urgente de que se de un cambio cuanto antes en el enfoque de las políticas migratorias y de asilo que, hasta el momento, han puesto el foco principalmente en el control de las fronteras y en tratar de evitar que las personas lleguen, a pesar de demostrarse que se trata de un enfoque fallido, errático e insolidario. El sistema derivado de la Directiva ha demostrado los beneficios ocasionados en la protección y acogida de las personas procedentes de Ucrania mejorando de manera rápida el sistema de asilo. Así, desde CEAR consideramos que habría que ampliarse y extenderse a todas las personas que llegan a nuestro país solicitando protección internacional y buscando refugio, que podrían canalizar a través de esta “ventana única”, los CREADE ya existentes, el registro y documentación de sus solicitudes y acceso al sistema de asilo, para su posterior formalización y estudio por las vías reglametarias.